Vamos a ver si soy capaz de ir desgranando, poco a poco, lo que en mi opinión ha sido esta Feria de Otoño. Un ciclo breve bien acogido por el abonado que, curtido a base de tardes plomizas en cantidades industriales, lo recibe como ese bombón racionado en casa del pobre, que siempre deja buen sabor y no empalaga.
Novillos de Alcurrucén - El Cortijillo; para Gómez del Pilar, Luis Gerpe y Gonzalo Caballero.
En Madrid, hasta hace bien poco, al anunciar las novilladas se podía leer aquella coletilla pasada de moda que decía: "defectuosos y desechos de tienta". Y digo hasta hace bien poco porque tengo el cartel oficial de Taurodelta delante y observo que ha desaparecido. Sin embargo, a razón de los novillos que han echado, para la familia Lozano la frase de marras se encuentra en plenitud, si no cómo explicar tan penosa presentación en una casa que cuenta con un número ingente de cabezas.
Se vieron los clásicos del Cortijillo tan abrochados que resultan indecorosos en Madrid (2º); la sardina sin carnes (2º y 5º); e incluso un ¿Núñez? de pelo berrendo, bajo y ancho de pechos (4º). En juego, como era de prever, tomaron el camino de la mansedumbre más deslucida que viene siendo costumbre en el hierro con forma de ancla. Salvamos el primero, de Alcurrucén, buen novillo; y el sexto, que haciéndole bien las cosas hubiera sido otra historia.
Gómez del Pilar ha vuelto por sus fueros, igual que lo hemos visto en tantas novilladas de temporada, confirmando que la tarde dada en San Isidro con los de Guadaira fue mero espejismo. Desaprovechó el mejor animal de la tarde, el primero, de comportamiento muy Núñez, calentándose en el caballo y yendo a más en la muleta, con recorrido, suavidad y boyantía. Toreó desangelado desde el extrarradio de Madrid y vendió demasiado humo entre tanda y tanda para tan poco toreo. Inició bien la faena con el berrendo, sometiéndolo, y poco pudo hacer en redondo dado que el novillo estuvo a la defensiva durante toda la lidia. Gran tarde echó el tercero de la cuadrilla, Fernándo Sánchez, cosechando aplausos en banderillas.
Luis Gerpe estuvo bien con el descastado y esmirriado segundo, sacándole todo lo que tuvo, toreando con verticalidad y con porte. Nada pudo hacer con su segundo pues no había oponente de puro descaste. Hay mucho que pulir por supuesto pero apunta cosas distintas, veremos cómo evoluciona...
Luis Gerpe encajando la cintura de muleta
Cosa parecida sucede con Gonzalo Caballero, uno de los novilleros que más ha ilusionado esta temporada. En todo momento busca el toreo de frente, con las zapatillas apuntando al toro, pero aún falta el temple y el mando necesarios para construir el toreo en redondo. Vale que su primer oponente no valía un duro pero el animal que cerró la tarde merecía más, pese a mansear en el segundo puyazo, tuvo alegría en banderillas y buena embestida en los capotes. A base de tropiezos en los engaños y llevarlo corto, el novillo se puso áspero y peligroso, poniendo al novillero en apuros en más de una ocasión. Dejó la mejor estocada de la tarde en los medios y el público no se enteró.
Gonzalo Caballero matando en los medios
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