Este domingo en Las Ventas hemos visto una corrida desigual de presencia de Lagunajanda, uno castaño que hizo quinto terciado; de comportamiento blando y bobalicón. No aguantaban dos puyazos en regla y se estuvo simulando la suerte de varas toda la tarde. Se caían constantemente, aunque en la muleta en general se tenían, apagándose rápido y más tontos que Abundio. Aceptaban todo tipo de monadas, florituras y ventajas que no se enteraban de nada. La antítesis del toro de lidia.
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