lunes, 23 de julio de 2012

Peligro, La Guadamilla



  Cuidado, si esta ganadería se anuncia en tu ciudad, en tu pueblo o en cualquier clase de espectáculo taurino que tengas intención de presenciar, corres serio peligro de aborrecer las funciones taurómacas. La Guadamilla es un producto nocivo para la Fiesta de los Toros. Ayer en Madrid asistimos a un encierro esperpéntico, bichejos que salían renqueantes del toril y derrotados del peto, todos ellos perdieron las manos en algún momento de la "lidia", arrastrando sus lenguas por la arena. Tontos de remate, no dudo que novillos como estos se arrojarían al vacío desde cualquier peñasco al igual que haría una piara de ovejas, uno detrás de otro. Con una cobardía tal que en varias ocasiones terminaron arrinconados en las tablas, acosados por los novilleros. Nula codicia. Animales semovientes que jamás deberían jugarse en los circos taurinos, por el bien de la Fiesta.

  Ahora bien, la empresa Taurodelta, que vive ajena al sentimiento de los aficionados y a los méritos que los protagonistas se ganan en la plaza, no dudo que colocará este hierro la temporada venidera. Tiempo al tiempo.

  Juan Leal entró en la final del ciclo de novilladas gracias a dos vuelapies de temeraria ejecución, muchas agallas para volcarse así sobre la cerviz de los astados. Fue lo único reseñable de la tarde.


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