sábado, 8 de octubre de 2022

Las bolitas, la última lacra

 

   Esta modalidad podríamos enmarcarla dentro de una nueva etapa que daremos en llamar el afeitado posmoderno, nos referimos a ese sutil y disimulado redondeo de puntas que estamos viendo en todas las plazas, incluidas las de primera categoría, las bolitas. La desvergüenza aumenta conforme va disminuyendo la categoría del coso, así que tenemos bolitas de diferentes calibres según la plaza, pero también las hay dependiendo de la categoría del espada que se anuncia o los prejuicios que genere la ganadería o el encaste a lidiar. El siglo XXI y sus adelantos eran esto, una manipulación de perfecta ejecución, en la mayoría de casos aprovechando el desfundado de los toros. Unas fundas que, para mayor gloria y recochineo del asunto, se supone que están ahí para que los llamados astados se lidien con las puntas impolutas y no acaben lijándolas escarbando en el terruño. El enfundado de los toros ha de ser regulado garantizando limpieza e integridad en todas sus maniobras, lo mismo que se reguló el guarismo de las reses para que no nos dieran novillo por toro; y las asociaciones ganaderas miran para otro lado. Los presidentes deben velar por la integridad del espectáculo y también están haciéndose los despistados. Los aficionados necesitamos un Antonio Bienvenida que pegue un puñetazo en la mesa, pero, ¿quién le pone el cascabel al gato? Vivimos instalados en un trampantojo cornúpeta y ya no me acuerdo lo que era un toro con los cuernos astifinos y puntiagudos, ¿dónde están las puntas de los pitones?


Pieza escrita para el número 58 de La Voz de la Afición.


Retama, nº 103, de Fuente Ymbro, lidiado en Madrid en primer lugar el 7 de octubre de 2018


Núñez del Cuvillo para Salamanca, 9 de septiembre de 2021


Novillo de Casasola para Salamanca, 11 de septiembre de 2019


Mediodia nº 8, de Domingo Hernández, aprobado como sobrero para Bilbao, 24 de agosto de 2022




Así podríamos continuar de manera infinita...

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