sábado, 29 de agosto de 2015

Sobre la caza y los toros

  En plena Feria de Bilbao los aficionados a toros estamos asistiendo al linchamiento público del presidente de su plaza, el ya célebre Matías. Este buen hombre, durante una corridita de Garcigrande, tuvo la infeliz idea de no conceder al Juli el segundo trofeo de la res, cumpliendo con lo dispuesto en el artículo 72.2 del Decreto 281/96, de 3 de diciembre, por el que se establece el Reglamento de Espectáculos Taurinos Generales de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Todos a una, taurinos de toda condición y ralea, matadores, novilleros, mozos de espadas, aficionados de los que barren el lomo a todo quisqui, empresarios, ganaderos y, por supuesto, periodistas taurinos, insisten en tildar a Matías de hijo de puta en adelante. Y lo hacen públicamente, en prensa digital, escrita, redes sociales, retransmisiones televisivas, miradas desde el callejón y todo lo que se nos ocurra, sin ningún tipo de miramiento. A estas horas no tenemos constancia de que el bueno de Matías haya presentado denuncia por amenazas o agresión en dependencias policiales, mas no se descarta. El afán orejil y triunfalista de los taurinos no conoce límites. 

   Es la cacería pública del señor Matías, pero de momento se zafa y aguanta estoicamente las arremetidas. Sin embargo la veda siempre está abierta para los taurinos e intentarán desbancarlo a toda costa y evitar que presida las Corridas Generales de la próxima temporada. En su afán por acabar con todo lo que tenga de dignidad el espectáculo taurino, Matías es una piedra en el camino, por lo tanto no van a parar hasta desbancarlo. Y eso que Matías les ha permitido acabar con el llamado toro de Bilbao, pues no ha tenido más remedio que tragar con los animalitos que han embarcado las figuras para estas Corridas Generales. Cuatro festejos seguidos con el toro armónico, el taco, el bonito que carece de remate y no tiene cabeza, no digo pitones. El mismo toro que podemos ver en Valencia, Málaga o Santander.  Era eso o montar el cirio, devolver los camiones conforme llegan, el baile de corrales y buscar otras corridas con cierto aspecto del gusto de los mandamases, escándalo que las élites bilbaínas no están dispuestas a permitir. 

  Pensábamos que nunca iba a suceder pero lo han conseguido: han borrado del mapa el toro de Bilbao, igual que han hecho con el de Pamplona. En consecuencia nos han arrebatado el tercio de varas, convertido en un trámite inútil puesto que no hay nada que ahormar en un toro chico, enclenque y tullido. La lidia es un correcalles incómodo a la espera de los ciento cincuenta muletazos que necesitan algunas figuras para convencernos de que ha pasado algo. Y lo mejor es que no contentos con ello, ahora se han propuesto acabar con la suerte suprema.

  Alegan los taurinos que el presidente es un señor caprichoso que hace lo que le viene en gana, que el Reglamento es un papel engorroso y caduco, que los sentimientos del público no se pueden acotar. Todo vale para depreciar la suerte de matar. Desdeñan la razón de ser del acontemiento y la ética que lo legitima. Dejó escrito Enrique Tierno Galván: El toro vive en el ruedo una gloriosa aventura coronada por la mayor concesión que el hombre puede hacer al animal: la lucha franca e igualada; al toro no se le caza, se le vence. Y eso que hace el señor Julián López no es matar al toro, es cazarlo. 

   Una cosa es que Antonio Bienvenida o el gran Joselito tuvieran por costumbre dejar medias estocadas pescueceras cuarteando en última instancia; y otra muy distinta es pasar como una exhalación, pegar un salto alejándose de los pitones, tirarle el trapo a la cara, y clarvar la espada a cabeza pasada. Esto puede servir en Cogolludos de los Montes, señor López, pero en plaza de primera jamás es válido para cobrar esa segunda oreja. Al toro se le mata de frente, con el cuerpo detrás de la espada, clavar a cabeza pasada -piedra de toque del toreo julianesco- es un truco y una cacería, la cacería del Juli. La tauromaquia tiene unas normas, una preceptiva y una ortodoxia que hay que estar dispuesto a asumir si que quiere alcanzar la gloria. Porque cuanto mayor es el peligro del torero, mayor es la amenaza de tragedia y más grande la manifestación de arte. Y los taurinos, en su último ataque contra la fiesta, pretenden hacer del arte un espectáculo anárquico, sometido al capricho de las figuras en pos de un triunfalismo que se diluye en la mediocridad.

  Aguante, Matías.
  
Fandiño vaciando la embestida, con el cuerpo detrás de la espada, matando un toro

El Juli, de caza


sábado, 8 de agosto de 2015

Subvenciones, ¿qué subvenciones?



No dejen de leer el artículo que ha publicado Juanma Lamet en Expansión. Clic aquí.

viernes, 7 de agosto de 2015

Crónica de una muerte anunciada

  Ya ven, un nuevo estudio viene a decirnos algo que de un modo o de otro, sin entrar en las profundidades de la ciencia, ya sabíamos. El toro bravo, patrimonio genético único en el mundo, científicos y genetistas no salen de su asombro, dándose el caso de que es más lejana la diferencia entre los encastes del toro de lidia que entre las propias razas de bovino. La riqueza genética del toro de lidia maravilla al mundo de la ciencia.

  Todo esto es muy bonito y suena fenomenal. Pero la realidad es la que es y los encastes en peligro de extinción seguirán en la misma situación sin que el sector mueva un dedo por ellos. Si no han tenido arrestos, en pleno siglo XXI y con la fiesta de los toros sufriendo ataques constantes, para formar una estructura que se dedique enteramente a la defensa de la tauromaquia, no vamos a pedirles que defiendan al toro de lidia, pues muchos de los que forman parte de ese poder se posicionan en contra del mismo, de la variedad de encastes y tienen demonizados a muchos de ellos. 

  Otro día hablaremos tranquilamente sobre el ridículo espantoso que están haciendo los grandes empresarios taurinos de este país, junto con algún que otro colectivo, ante el ataque vil que sufre la fiesta día tras día, abandonada completamente a su suerte. Hoy vamos a tratar otras cuestiones. 


El último representante del mítico hierro de la puya. Caperucito

  La peña taurina Agüelachos de la localidad castellonense de L`Alcora ha adquirido el último ejemplar de la ganadería de Alonso Moreno de la Cova. Desde hace años sabemos el funesto destino que le espera a esta gloriosa divisa, siendo una de las pocas representaciones que había del encaste Urcola. El ganadero, por diferentes razones, prefirió acabar con este hierro y centrarse en la otra línea que posee, encastada en Saltillo. Antes de vender y ver sus toros en posesión de otro ganadero prefirió su extinción, lo cual en los tiempos que corren no deja de ser una decisión romántica a la par que controvertida. Hablamos acerca de la ganadería de Alonso Moreno en esta entrada, una de las más exitosas de este blog. 

   El dia 1 de septiembre, en la calles de L`Alcora verán el último ejemplar de alonsomoreno; número 9, guarismo 1, atiende al nombre de Caperucito.

Sánchez-Cobaleda destinado a La Pobla Tornesa, Castellón

  Se ha hablado mucho de los toros de Sánchez-Cobaleda, otra ganadería con personalidad única, maltratada por autoridades sanitarias y administración, y marginada por los taurinos y los que se ponen delante. Parece que esta vez sí, ha llegado el triste momento, y los seis últimos ejemplares ya tienen destino, con ellos se nos va otro pedazo de historia del toro bravo.

  En este reportaje publicado por Paco Moya en Terra de Bous se pueden contemplar los últimos toros de Sánchez-Cobaleda. Algunos de ellos se encuentran con los pitones manipulados por lo que han dado en llamar fundas, advertidos quedan.

  Es una crueldad que dos ganaderías como Alonso Moreno y Sánchez-Cobaleda acaben sus días en las calles de algún pueblo recóndito de la Comunidad Valenciana, sin poder demostrar su bravura en lidia ortodoxa, sin la solemnidad de un día de toros, en presencia de miles de aficionados y con todos los honores. Es la última puñalada. Sin menospreciar los festejos populares, auténticos apasionados del toro bravo, donde en muchos casos se cuida más la liturgia que en las plazas españolas. Pero la lidia a pie, con sus tres tercios y la suerte de matar, es la cúspide de la tauromaquia, lo máximo.
   Como decía Enrique Tierno Galván: El espectador supone, con mayor o menor exactitud, que el toro vive en el ruedo una gloriosa aventura coronada por la mayor concesión que el hombre puede hacer al animal: la lucha franca e igualada.

Toro de Monteviejo para L´Alcora

  La pérdida de Sánchez-Cobaleda debería servir para fijarnos en algunas ganaderías que aún tenemos con sangre Vega-Villar, ya saben, con una información genética única en el mundo, como son Barcial o Monteviejo. En sábado 29 de agosto, en el mismo pueblo donde se correrá el último alonsomoreno, se van a soltar varios ejemplares de Monteviejo. Uno de ellos lo vemos más arriba, el resto en este reportaje del blog Enfoque Taurino.

  Me pregunto qué pinta la Unión de Criadores de Toros de Lidia, una organización nacida para la defensa de los intereses de los ganaderos y, por ende, del toro bravo, contra los pleitos y las marginaciones que sufrían algunos de ellos. Me pregunto qué ha hecho la Unión para aplacar está sangría de encastes y ganaderías de estirpe singular que padecemos; o qué hacen contra esos carteles que vemos repetidamente en los que solo aparecen hierros de una sola sangre, y poco a poco van minando la paciencia y el bolsillo de esos ganaderos que han cometido el pecado de luchar por algo que no le gusta a las figuras. Me pregunto si la Unión mantiene el mismo espíritu que la vio nacer y lo cierto es que no encuentro ningún motivo para creer en ello.

martes, 4 de agosto de 2015

Flamenco, de Miguel Reta


 Durante el pasado fin de semana en Azpeitia descubrí el cartel que ilustra este artículo. Es el duodécimo Congreso Nacional del Toro con Cuerda que se celebrará en Lodosa, y en él, por primera vez participarán los mozos de la localidad de Yuncos, Toledo. Se las verán, nada menos, con un toro de Miguel Reta, que al ver su imagen en el cartel me llamó poderosamente la atención. Flamenco, pues así se llama el toro, por su expresión y por sus hechuras atiende claramente al prototipo de ejemplar de Casta Navarra que hemos visto en las pocas fotografías que se conservan y hemos leído en los textos sobre el tema. Si además Flamenco se comporta como en los toros royos era característico no dudo que los yunqueros sudarán la gota gorda. Suerte.



Más sobre la Casta Navarra aquí.