No queremos dejar pasar la ocasión sin dar un repaso a los carteles presentados para los ciclos de primavera –Feria de la Comunidad y San Isidro- como solemos hacer en la Asociación El Toro de Madrid. Este año con más motivo por las expectativas levantadas con la llegada de una nueva empresa, Plaza1, y las promesas que su máximo exponente, Simón Casas, ha ido proclamando en diferentes medios, incluida nuestra tertulia en Casa Patas. Así, vamos a dar nuestra opinión en los puntos que a continuación exponemos.
Feria de la Comunidad de Madrid.
Nos congratulamos por la
inclusión del hierro de Doña Dolores Aguirre, años ha que no lidiaba en nuestra
plaza. Probablemente el toro Argelón
fue el último que se jugó en Las Ventas con su divisa, en San Isidro de 2010,
ejemplar que dejó recuerdo en los aficionados por su inconmensurable poderío.
Sin embargo lamentamos que pongan una novillada de Sánchez Herrero, ganadería
que lleva varios años en la Lista Negra de esta Asociación por su reincidente
comportamiento blando, soso y colaborador.
Respecto a la corrida Goyesca, una pena que no se anuncien toreros de
Madrid siendo la fiesta de la Comunidad. Aun reconociendo que los espadas
anunciados son valorados por la afición de Las Ventas vemos harto improbable
que la plaza se llene. Se trata de una de las fechas más señaladas de la
temporada madrileña en la que habitualmente, hasta la llegada de Taurodelta, se
daban carteles de máxima expectación con los tendidos prácticamente llenos. Por
lo que vemos, Plaza 1 continúa la línea de Taurodelta y sigue sin recuperar la
importancia que la Goyesca merece. En el debe de los toreros comentar que se
anuncian dos toros de tres ganaderías distintas, todas de la misma rama: Domecq.
No le vemos mucho sentido, puestos a anunciar diferentes hierros lo suyo es
poner sangres distintas y demostrar dominio sobre diferentes tipos de
embestidas.
Los toros de San Isidro.
Observamos una leve mejoría pero sigue habiendo muchas
sombras. Por ejemplo, es una tomadura de pelo que se anuncie dos tardes a Núñez
del Cuvillo cuando es incapaz de presentar una sola corrida como es debido, por
no hablar del juego que suele dar. Ganaderías como El Pilar o Jandilla llevan
unos cuantos años dando unos resultados lamentables en nuestra plaza, en
presentación y bravura. A Las Ramblas y José Luis Pereda tampoco le vemos
méritos. Lagunajanda, anunciada en feria después de una corrida bobalicona la
pasada temporada en la que se fingió el tercio de varas toda la tarde. Vuelve
Garcigrande tras unos años de ausencia, sabemos que a esta ganadería le cuesta
rematar los toros en plazas de primera, sobre todo de los cuartos traseros,
veremos... No nos gusta que el encaste Núñez se limite exclusivamente a la
torada de Alcurrucén, porque hay más; igual que los murubes sean coto único de
los rejoneadores y no se lidien a pie. Eliminando algunas de estas y anunciando
otras que se han quedado en el tintero podría haber quedado un serial mucho más
redondo en el apartado ganadero.
Como hemos comentado, nos alegra el regreso de Dolores Aguirre, con la
casta por bandera. El de Rehuelga es igualmente positivo, también el de La
Quinta, que por lo visto en la Feria del Pilar de Zaragoza parece recuperarse
de la excesiva nobleza y la sosería manifestada los últimos años. Y esperamos
mucho de Miura por su 175 aniversario.
Valoramos la dignidad de hierros como Palha y Baltasar Ibán, ausentes en
este ciclo porque no tienen corrida a la altura de Madrid. Bañuelos, otra gran
ausencia, sabemos que por climatología encuentra el punto de trapío requerido
avanzada la temporada y esperamos que venga este año después del gran encierro
que lidió en verano. Se echa de menos a Cebada Gago y, por supuesto, a José
Escolar, que un año más deja Madrid por Pamplona (por algo será, señor Casas),
aunque esperamos que venga después con algún toro. También se echa en falta
alguna divisa portuguesa como por ejemplo Murteira Grave, el campo bravo
lusitano cuenta con diferentes encastes que ampliarían el abanico del ciclo
isidril. Tampoco vemos nada de líneas como Gamero Cívico, Pedrajas, Graciliano,
Vega-Villar, Vázquez, u otras muchas… así que pedimos que para el resto de la
temporada se cuente con sangres que no tienen su oportunidad en San Isidro.
No debería haber distinción entre ganaderías “toristas” y “toreristas”,
si bien hay un aspecto en la configuración de los carteles reprobable: desde el
jueves 11 de mayo que hay una corrida de La Quinta hasta el sábado 3 de junio
que se celebra una novillada de Flor de Jara, no hay ninguna ganadería de corte
“torista”. Tanta distancia es larga para los aficionados que buscan este tipo
de ganaderías, deberían intercalarse corridas de toda clase y no marcar tanto
la división entre unas y otras. Además, no ayuda en nada a acabar con unos
clichés que están perjudicando a muchos encastes y ganaderías.
Los toreros de San Isidro.
Mal aquí Plaza1. Más de lo mismo. No ha
conseguido anunciar a José Tomás, se le ha escapado Juan Mora y la mayoría de
las figuras, por no decir todas menos Talavante, se anuncian pocas tardes y con
escaso compromiso, en lo relativo al toro y a la competencia con otros toreros.
En un ciclo largo como este, las llamadas figuras han de venir mínimo tres
tardes y demostrar que pueden con todo tipo de ganaderías, como siempre
hicieron los ases de incuestionable torería. Algunos abusan de las
confirmaciones, como Juli, anunciado junto a dos confirmantes en San Isidro y
en Beneficencia ante un público más fácil y festivo. Las llamadas figuras deben
asumir el máximo compromiso en Madrid en vez de copar carteles de plazas de
pueblo, anunciándose abundantemente a lo largo de toda la temporada (no solo
San Isidro), competir entre ellas, con los toreros que vienen arreando y con
las ganaderías no solo de su gusto, también las del gusto de la afición. Si no
que no se llamen figuras.
Luego hay toreros que desentonan en Las Ventas, como Cayetano, Francisco
Rivera Ordoñez, El Fandi o Padilla. También mucho torero modesto para rellenar
carteles en la que dicen que es la “Champions League” de la tauromaquia, sin
confundir “torero de relleno” con otros que no tienen la etiqueta de “figura”
pero sí mucho interés para el aficionado. Echamos en falta, entre otros, a toreros como
Javier Cortés, Emilio de Justo o Luis David Adame, una de las promesas y de los
triunfadores de la temporada pasada. Sin olvidar a
Sánchez Vara, muy digno frente a un encierro complicadísimo de Saltillo, que
merecía reconocimiento por parte de la empresa.
Admiramos enormemente el gesto de Rafaelillo anunciándose con Dolores
Aguirre y Miura, hierros predilectos de la afición y muy exigentes. Al igual
que el San Isidro que afronta Alejandro Talavante, anunciándose con lisardos,
victorinos y ganado de Domecq, un total de cuatro tardes. El extremeño lleva un
tiempo aspirando a consolidarse como “torero de Madrid”.
A todos los toreros hay que recordarles que la lidia consta de tres
tercios, se debe respetar la liturgia y no menospreciar el tercio de varas
metiendo los toros debajo del peto, escondiéndolos, o dejando que acaben con
ellos en puyazos sangrientos. Si no hacen bien las cosas en un escenario como
la plaza de Las Ventas es porque no quieren o desdeñan su profesión.
La empresa.
No vemos la cacareada revolución por ningún lado, sino más bien una
línea continuista con la última feria configurada por Taurodelta. Esto no es lo
prometido, señor Casas. Entendemos que en un ciclo tan largo es muy difícil
rematar todos los carteles, pero la labor de un empresario fetén es conseguir
lo que otros no consiguen, anunciando el mayor número de tardes de máximo
interés, rivalidad y carteles del gusto de la afición de la plaza. En este
sentido Plaza1 se ha quedado escasa y, en lo que a San Isidro se refiere, no
vemos diferencia con lo que teníamos. Si notamos interés por incentivar la
fiesta entre la juventud con el incremento de abonos para jóvenes; por estar en
los medios de comunicación y en el boca a boca de la sociedad, aspectos sin
duda positivos. Y cierta mejoría en carteles fuera de feria, una de las
demandas más ansiadas que esperamos no decaiga y termine en el olvido.
Demandamos a la empresa que cumpla con las ganaderías anunciadas y no
haya cambios y escándalos de última hora, así como la presencia y el trapío sea
el que corresponde a Madrid, especialmente los días que se anuncian las
figuras.
No nos parece correcto que se pongan a la venta abonos para San Isidro
antes de que los abonados renueven los suyos o puedan mejorarlos dentro de un
plazo exclusivo para ellos. El abonado debe tener preferencia.
Y esperamos que la oleada triunfalista no repercuta en presión sobre el
palco presidencial y que este actúe con total independencia y máximo rigor.
Suerte para todos.