Aprovechando la inercia de San Isidro, Triodelta nos endosó la llamada Feria del Arte y la Cultura, por si fueran pocos los veinticuatro festejos que habíamos visto antes. No cabe nombre más repipi y vanidoso para una feria, al parecer, urdido por el inefable Don Simón Casas.
Repitió El Montecillo, esta vez con corrida de toros y peor nota que en la novillada. Corrida mansa, floja y vulgar de la que Joselito Adame sacó petróleo merecido, por la disposición, variedad y alegría mostrada. Entremedias de tanto arte y cultura, la Corrida Extraordinaria de Beneficencia, en otro tiempo corrida de verdadero lujo y auténtica caridad, hoy una corrida de figuras corriente, con algún detalle residual de distinción. Horas antes de la función, se montó un cisma con los toros de magnitudes estratosféricas, el ganadero de Valdefresno tuvo la infeliz idea de embarcar un hato cuidadosamente seleccionado para la ocasión, y claro, en cuanto los taurinos vieron el percal, los toros fueron desterrados y enviados de vuelta a la dehesa. Finalmente se jugaron cuatro de Valdefresno y dos de Victoriano del Río, verdaderas birrias. Seguramente el festejo más nefasto del año para el aficionado por cómo sucedieron los acontecimientos las horas previas y cómo se desarrolló en el redondel. Aunque la plaza estaba repleta hasta la bandera y la empresa llenó las arcas, paradójicamente, para Triodelta fue todo un éxito.
Volviendo al arte y la cultura, en el entretenido festejo celebrado con bureles nobles y pastueños de Juan Manuel Criado, saltó uno de los toros del año, Costasol, de González Sánchez-Dalp, al que Uceda Leal le cortó una oreja, en otro tiempo hubieran sido las dos. Muy en Núñez, fue de menos a más, para acabar embistiendo como un bravo. Esperamos que la empresa tenga en cuenta este hierro para el ejercicio 2014. Siguió Alcurrucén con una corrida flaca de poca seriedad en la que hubo un par de animales con juego para la muleta.
Esperábamos con ganas a la divisa de Baltasar Ibán y, sin llegar al nivel del éxito cosechado en 2012, no decepcionó. Naufragio total y absoluto de la terna: Urdiales, Bautista y David Mora. Mención especial para este último, se las vio con uno de los ejemplares más bravos del año en el caballo, Bastonito, corrido en tercer lugar, quedando boyante y claro para la franela. David Mora no estuvo a la altura de las circunstancias y vino a ratificar el bajón que veníamos observando en la tauromaquia de este torero.
A mediados de junio se anunció una corrida de Los Recitales porque algo había que anunciar. Fue uno de esos festejos que se dan en Las Ventas que más bien parecen una feria de ganado, los hubo de Los Recitales y de El Conde de la Maza, ninguno de ellos valió un pimiento. Finalmente se llevó el gato al agua un sobrero de Carriquiri que se movió en la muleta de Juan del Álamo y se fue al desolladero con un apéndice de menos.
Ya en plena canícula, el novillero Rafael Cerro tuvo que pechar con una soberana mansada de El Cortijillo y Lozano Hermanos, nada nuevo. Previamente estaba anunciada una novillada de Juan Antonio Ruiz, fue el primero de hasta tres cambios de última hora en las ganaderías anunciadas en primera instancia. Fenómenos paranormales de los que a día de hoy seguimos sin recibir explicación alguna por parte de Triodelta, ni la recibiremos...
Montealto sustituyó a La Martelilla, cambio que más de uno celebramos. Nuevamente volvió a cumplir, incluso se permitió el lujo de echar un novillo con nervio y alegría. El Puerto de San Lorenzo ocupó el lugar de Villamarta con más pena que gloria, poca o ninguna historia. La Guadamilla y Buenavista los domingos siguientes, con sus esperados animalitos claudicantes y nobilísimos.
El hierro de La Ventana del Puerto, ahora procedencia Aldeanueva, debutó con un recital de mansedumbre y novillos inválidos. Mucho trabajo por delante...
Las divisas salmantinas de Hermanos Sánchez Herrero y Hermanos Mateos Sánchez no dieron ninguna alegría a la afición, más de lo mismo. Quizás algo mejor la de Hermanos Sánchez Herrero.
Como ven, un verano interesantísimo en el apartado ganadero el que nos ofreció la empresa tripartita de Las Ventas, normal que se quejen porque la gente no va a los toros fuera de ferias, entiéndase la ironía. De una vez por todas, parece ser que van a quitar los festejos veraniegos de utreros para cambiarlos por toros con toda la barba, lo cual me parece una idea fenomenal siempre que no se trate de ganaderías que buscan el toro tonto de remate que a duras penas soporta la lidia y los carteles ofrezcan interés a público y afición.
El Día de la Paloma Montalvo triunfó con una corrida de toros seria, fuerte y encastada. Ganadería de altibajos que sorprende en cualquier momento. Se echan de menos los berrendos clásicos, entre toreros y veedores, no ha quedado más remedio que ir apartándolos.
Novillada dulce y blandengue de Julio de la Puerta, porque lo exige el pliego o porque salen mucho más económicas, el tema es que no pintaba nada en pleno mes de agosto.
Para concluir el mes, toros de Martín Lorca, de buena facha y juego variado, que destapó a un torero, Paco Ureña, capaz de emocionar a los tendidos con su toreo sincero y valiente.
El mes de septiembre, dedicado a los encastes minoritarios, es decir, cualquier cosa que no sea Domecq, tuvo de todo y para todos. Le hicieron la jugarreta a Hoyo de la Gitana, después de que Aurelio Hernando fuera excluida del ciclo por su más que dudosa procedencia. Finalmente, los Santa Coloma-Graciliano de Hoyo de la Gitana fueron rechazados por "causas desconocidas" y nos encasquetaron la novillada de Aurelio Hernando que la empresa tenía vista y apalabrada. Los novillos, por hechuras y comportamiento, resultaron la antítesis del toro veragüeño. En ningún momento vi el animal ancho de sienes, manos cortas, de pecho generoso y culata bien formada; igual que tampoco aprecié el morito que sale fogoso y bravo en los primeros tercios, al contrario, salieron mansos de primeras y pastueños para la muleta, tremendamente dulces. Una juampedrada como otra cualquiera, con más capas jaboneras de lo habitual. Acabé pidiendo la hora del aburrimiento que pasé.
Fidel San Román no llegó al nivel de temporadas pasadas en las que vimos ejemplares notables, además no completó el encierro y necesitó ser remendada. Lo peor es que fue muy mansa en varas, rehuían la pelea.
Repitió Prieto de la Cal sin mérito ninguno, en 2012 echó una novillada realmente mala. Hubo una leve mejoría, pero los síntomas no dejan de ser muy preocupantes. Nivel de poder y casta muy preocupante, bajo mínimos, aunque en este caso sí vimos algún ejemplar con las hechuras o salida clásica del toro veragüeño.
Después tocó Concha y Sierra. Presentó un encierro de bella estampa y juego inédito, en gran medida, por la inexperiencia y las malas artes de la novillería que se puso enfrente. Seguiremos atentos la evolución de esta vacada legendaria, ahora en tierras francesas.
En la novillada concurso, asistimos, muy probablemente, a la lidia del último ejemplar de Sánchez Cobaleda en el coso de Las Ventas, algo que duele a todos los aficionados de bien y a lo que desgraciadamente nos estamos acostumbrando. Se vieron dos ejemplares interesantes, de Manuel Quintas y La Interrogación. No obstante, a mi esto de los concursos de novillos me parece una cosa ruin tratándose de una plaza de tanta altura, además de un sinsentido dada la incapacidad de los novilleros tan verdes que colocan. Otro tema que, según parece, van a corregir.
Para la Feria de Otoño repitió El Ventorrillo, esta vez con una novillada. Sacamos las mismas conclusiones que en San Isidro, ni chicha ni limoná. La corrida de Victoriano del Río incluía tres de Cortés, que es una garantía de petardo, como así fue. El Cid le dio Fiesta, en su versión más arrebatada y artística, a un toro con mucha alegría y buena condición de Victoriano del Río, Verbenero. Faena de las que perduran en la memoria. El Puerto de San Lorenzo echó otra corrida más. No fue un dechado de bravura, paso inadvertida, pero tenía mucho más provecho en la muleta, los toreros anduvieron muy despistados. Los albaserradas de Adolfo Martín atrajeron a mucho público y aficionados de todos los rincones de la península pero no colmaron las expectativas. Los ejemplares lucieron un trapío y una seriedad incuestionables, llegando aplomados y tardos al último tercio.
Después de un lío en la fijación del festejo que suponía la conclusión de la temporada, celebrado finalmente el Dia de la Hispanidad, vimos un popurrí de hierros y ganaderías sin nada que destacar, salvo la habitual falta de casta y de fuerzas que tanto predomina. José Luis Pereda, La Dehesilla y Sánchez Herrero. Todo muy taurodeltiano.
Uno de los toros del año, Costasol, de Sánchez-Dalp. |
Esperábamos con ganas a la divisa de Baltasar Ibán y, sin llegar al nivel del éxito cosechado en 2012, no decepcionó. Naufragio total y absoluto de la terna: Urdiales, Bautista y David Mora. Mención especial para este último, se las vio con uno de los ejemplares más bravos del año en el caballo, Bastonito, corrido en tercer lugar, quedando boyante y claro para la franela. David Mora no estuvo a la altura de las circunstancias y vino a ratificar el bajón que veníamos observando en la tauromaquia de este torero.
Bastonito, un Ibán muy completo en todos los tercios |
A mediados de junio se anunció una corrida de Los Recitales porque algo había que anunciar. Fue uno de esos festejos que se dan en Las Ventas que más bien parecen una feria de ganado, los hubo de Los Recitales y de El Conde de la Maza, ninguno de ellos valió un pimiento. Finalmente se llevó el gato al agua un sobrero de Carriquiri que se movió en la muleta de Juan del Álamo y se fue al desolladero con un apéndice de menos.
Ya en plena canícula, el novillero Rafael Cerro tuvo que pechar con una soberana mansada de El Cortijillo y Lozano Hermanos, nada nuevo. Previamente estaba anunciada una novillada de Juan Antonio Ruiz, fue el primero de hasta tres cambios de última hora en las ganaderías anunciadas en primera instancia. Fenómenos paranormales de los que a día de hoy seguimos sin recibir explicación alguna por parte de Triodelta, ni la recibiremos...
Montealto sustituyó a La Martelilla, cambio que más de uno celebramos. Nuevamente volvió a cumplir, incluso se permitió el lujo de echar un novillo con nervio y alegría. El Puerto de San Lorenzo ocupó el lugar de Villamarta con más pena que gloria, poca o ninguna historia. La Guadamilla y Buenavista los domingos siguientes, con sus esperados animalitos claudicantes y nobilísimos.
El hierro de La Ventana del Puerto, ahora procedencia Aldeanueva, debutó con un recital de mansedumbre y novillos inválidos. Mucho trabajo por delante...
Las divisas salmantinas de Hermanos Sánchez Herrero y Hermanos Mateos Sánchez no dieron ninguna alegría a la afición, más de lo mismo. Quizás algo mejor la de Hermanos Sánchez Herrero.
Como ven, un verano interesantísimo en el apartado ganadero el que nos ofreció la empresa tripartita de Las Ventas, normal que se quejen porque la gente no va a los toros fuera de ferias, entiéndase la ironía. De una vez por todas, parece ser que van a quitar los festejos veraniegos de utreros para cambiarlos por toros con toda la barba, lo cual me parece una idea fenomenal siempre que no se trate de ganaderías que buscan el toro tonto de remate que a duras penas soporta la lidia y los carteles ofrezcan interés a público y afición.
Sacristán, de Montalvo, ovacionado en el arrastre |
El Día de la Paloma Montalvo triunfó con una corrida de toros seria, fuerte y encastada. Ganadería de altibajos que sorprende en cualquier momento. Se echan de menos los berrendos clásicos, entre toreros y veedores, no ha quedado más remedio que ir apartándolos.
Novillada dulce y blandengue de Julio de la Puerta, porque lo exige el pliego o porque salen mucho más económicas, el tema es que no pintaba nada en pleno mes de agosto.
Para concluir el mes, toros de Martín Lorca, de buena facha y juego variado, que destapó a un torero, Paco Ureña, capaz de emocionar a los tendidos con su toreo sincero y valiente.
El mes de septiembre, dedicado a los encastes minoritarios, es decir, cualquier cosa que no sea Domecq, tuvo de todo y para todos. Le hicieron la jugarreta a Hoyo de la Gitana, después de que Aurelio Hernando fuera excluida del ciclo por su más que dudosa procedencia. Finalmente, los Santa Coloma-Graciliano de Hoyo de la Gitana fueron rechazados por "causas desconocidas" y nos encasquetaron la novillada de Aurelio Hernando que la empresa tenía vista y apalabrada. Los novillos, por hechuras y comportamiento, resultaron la antítesis del toro veragüeño. En ningún momento vi el animal ancho de sienes, manos cortas, de pecho generoso y culata bien formada; igual que tampoco aprecié el morito que sale fogoso y bravo en los primeros tercios, al contrario, salieron mansos de primeras y pastueños para la muleta, tremendamente dulces. Una juampedrada como otra cualquiera, con más capas jaboneras de lo habitual. Acabé pidiendo la hora del aburrimiento que pasé.
Pelotera de Manuel Quintas. No me importaría ver una novillada de este hierro, a ver qué pasa |
Fidel San Román no llegó al nivel de temporadas pasadas en las que vimos ejemplares notables, además no completó el encierro y necesitó ser remendada. Lo peor es que fue muy mansa en varas, rehuían la pelea.
Repitió Prieto de la Cal sin mérito ninguno, en 2012 echó una novillada realmente mala. Hubo una leve mejoría, pero los síntomas no dejan de ser muy preocupantes. Nivel de poder y casta muy preocupante, bajo mínimos, aunque en este caso sí vimos algún ejemplar con las hechuras o salida clásica del toro veragüeño.
Después tocó Concha y Sierra. Presentó un encierro de bella estampa y juego inédito, en gran medida, por la inexperiencia y las malas artes de la novillería que se puso enfrente. Seguiremos atentos la evolución de esta vacada legendaria, ahora en tierras francesas.
En la novillada concurso, asistimos, muy probablemente, a la lidia del último ejemplar de Sánchez Cobaleda en el coso de Las Ventas, algo que duele a todos los aficionados de bien y a lo que desgraciadamente nos estamos acostumbrando. Se vieron dos ejemplares interesantes, de Manuel Quintas y La Interrogación. No obstante, a mi esto de los concursos de novillos me parece una cosa ruin tratándose de una plaza de tanta altura, además de un sinsentido dada la incapacidad de los novilleros tan verdes que colocan. Otro tema que, según parece, van a corregir.
Salvo milagro, el último Sánchez Cobaleda en Madrid. La cabaña brava cada día más monopolizada, ¡viva la Cultura! |
Para la Feria de Otoño repitió El Ventorrillo, esta vez con una novillada. Sacamos las mismas conclusiones que en San Isidro, ni chicha ni limoná. La corrida de Victoriano del Río incluía tres de Cortés, que es una garantía de petardo, como así fue. El Cid le dio Fiesta, en su versión más arrebatada y artística, a un toro con mucha alegría y buena condición de Victoriano del Río, Verbenero. Faena de las que perduran en la memoria. El Puerto de San Lorenzo echó otra corrida más. No fue un dechado de bravura, paso inadvertida, pero tenía mucho más provecho en la muleta, los toreros anduvieron muy despistados. Los albaserradas de Adolfo Martín atrajeron a mucho público y aficionados de todos los rincones de la península pero no colmaron las expectativas. Los ejemplares lucieron un trapío y una seriedad incuestionables, llegando aplomados y tardos al último tercio.
Después de un lío en la fijación del festejo que suponía la conclusión de la temporada, celebrado finalmente el Dia de la Hispanidad, vimos un popurrí de hierros y ganaderías sin nada que destacar, salvo la habitual falta de casta y de fuerzas que tanto predomina. José Luis Pereda, La Dehesilla y Sánchez Herrero. Todo muy taurodeltiano.
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