Dominguillos
jueves, 14 de marzo de 2024
Se acerca la primera de temporada...
lunes, 15 de enero de 2024
Salida del toril
Ya los clarines, con su agudo acento,
obligan al crecido contingente
que invade el redondel alegremente,
a marchar presuroso hacia su asiento.
Después, con uniforme movimiento,
avanza la cuadrilla marcialmente
y a la nueva señal del Presidente
el portón del toril, girando lento,
deja asomar del toro la cabeza
con su punzante y sólida armadura;
y saltando la res con ligereza
al arenoso circo, por su anchura
cruza furiosa y la pelea empieza,
demostrando su empuje y su bravura.
Mariano del Todo y Herrero. 10 de junio de 1889
lunes, 25 de septiembre de 2023
Presidente y torero se cargan la corrida concurso
Reseña para la web y libro de crónicas de la Asociación El Toro de Madrid.
Domingo, 24 de septiembre
de 2023, se ha celebrado en Madrid una corrida de toros concurso de ganaderías
con un clima perfecto para ello. Y hay que especificar lo de “corrida de toros”
porque al margen de esta tenemos otros dos concursos más a lo largo de la
temporada, que son “corridas de novillos”, por obra y gracia del sacrosanto
pliego de Las Ventas, ese que unas veces es ley y otras papel mojado. Algo más
de ocho mil personas en el coso, podemos decir que además de guiris y
aficionados recalcitrantes para este festejo incluso había público en la plaza,
hay indicios para pensar que la masiva manifestación que hubo por la mañana en
contra de la sumisión del Gobierno con los nacionalistas tuvo gran culpa de
ello. Las ganaderías que se corrieron fueron las de Partido de Resina, Samuel
Flores, Victoriano del Río en sustitución de La Palmosilla, ganadora de la
concurso de 2022, Peñajara, José Escolar y Pedraza de Yeltes. Los toreros
anunciados:
Serafín Marín.
Dos pinchazos, estocada trasera y caída; TIBIAS PALMAS. Estocada con telonazo
que hace guardia; TIBIAS PALMAS.
Rubén Pinar.
Estocada, un golpe de descabello; SILENCIO. Estocada corta y un golpe de
descabello; SILENCIO.
Gómez del Pilar.
Tres pinchazos, estocada desprendida; SALUDOS CON DIVISIÓN (dos avisos). Media
estocada suelta y un golpe de descabello; SALUDOS CON DIVISIÓN (un aviso).
Presidente. Sr. José Luis
González González. Solamente el desatino mayúsculo acontecido en la lidia del
sexto toro, cambiando el tercio contra toda razón, tratándose para más inri de
una corrida concurso, es motivo suficiente para que no volviera a presidir un
festejo en Las Ventas.
Tercio de varas. Destacó
y fue muy aplaudido Antonio Peralta por su quehacer picando al cuarto de la
tarde, el de Peñajara.
Cuadrillas. Muy bien
banderilleando y lidiando al de Peñajara, Marcos Prieto y Diego Valladar con
los palos y Manuel Macias con el capote. Fueron obligados a saludar.
**
Antes de pasar a reseñar
lo que pasó con cada toro hay que hacer un comentario contra la empresa,
veedores y personas responsables de las ganaderías y trapío que hemos visto en
esta corrida concurso. Una vez más la falta de originalidad a la hora de
reseñar y la desidia que transmiten. En este tipo de festejos, que solo se
demanda un ejemplar por hierro se podría abrir el abanico y traer cosas
distintas o ganaderías que carecen de ocasión para venir con seis ejemplares,
darle un toque extravagante que llame la atención de público y aficionados. Se
podrían exhibir los toros en el Batán, que para eso está, para darle mayor
resonancia. Pero nada. Luego está el toro que ha traído cada ganadero, solo
podemos salvar aquí el ejemplar de Partido de Resina y el de Peñajara, lo
demás, se ha visto claramente, eran las sobras de las sobras. Esto revela
claramente la dejadez de la empresa a la hora de reseñar y poner en valor esta
corrida. Creemos que Madrid merece una corrida concurso de categoría, un
acontecimiento para el mundo del toro que fomente la competencia entre
ganaderos, que recupere la esencia y el sentido que tuvieron este tipo de
festejos. Y ahora pasemos a lo sucedido en el ruedo.
La tarde dio inicio con aplausos
de salida para el toro de Partido de Resina que, ciertamente era guapo y
se daba un aire al concepto de Pablo Romero que tenemos en la cabeza: bien
puesto de pitones, hocico chato, lomo recto, grupa ancha y desarrollada…
también esa forma tan cansina de desplazarse y ese movimiento aparatoso de las
patas traseras. Tan cansino que el animal rozó la invalidez, por decirlo de
alguna manera, y podría haber sido devuelto perfectamente. Nos referimos a Cabañito
(nº 33, 510 kg, 04/19; arrastrado entre pitos), cuya salida dio buenas muestras
de mansedumbre, visitando toriles y mirando a los espectadores de barrera. Ya
en el primer puyazo el piquero tuvo que fingir el castigo, háganse a la idea de
la escasez de fuerzas que mostraba, transcurriendo el tercio de caballos entre
las protestas y las demandas de los tendidos porque Cabañito se fuera de
vuelta a los corrales. No lo tuvo a bien el presidente y la lidia continuó con
las pasadas en falso de los banderilleros y la atonía del morlaco. Cogió la
muleta Serafín Marín, cuya aparición nos traía recuerdos de juventud, y le ligó
una serie a media altura, templada, que era justo lo que pedía el animal.
Estuvo inteligente con el toro y lo toreó bien en dos o tres tandas redondas y
rematadas. Cabañito estaba entre alfileres como hemos dicho, Serafín no
sudaba con él, así que se empachó de toro y se pasó de faena conforme a la
costumbre y cánones actuales. Dos pinchazos y una estocada trasera y caída
pusieron a los carniceros a trabajar y ya no los volvimos a ver en la bocana
del dos. El presidente fue protestado por no devolver el toro.
En esta jornada de
domingo había más probabilidades de ver a votantes socialistas manifestándose
en contra del propio partido socialista que un toro de Samuel Flores
saliera bravo. Y así fue, puede que haya que remontarse al socialismo de Guerra
y González, a monterías borbónicas en El Palomar, para encontrar un ejemplar
realmente bravo en esta ganadería. El samuelón de hoy venía con la cornamenta
consuetudinaria, lo que no traía eran carnes que compensaran semejante
aparataje. El hombre que montaba a caballo le recetó una lanzada en el
costillar, cosa que vino a descomponer del todo la acometida de Triana,
pues así se llamaba el toro (nº 55, 520 kg, 12/18; pitos de despedida). De los
garapullos reaccionó dando cabezazos a diestro y siniestro y abriendo el hocico
en gesto de cansancio, y en la muleta pasaba sin humillar y siguió en la misma
tónica de soltar la cara. Rubén Pinar tardó algunos lances en cogerle el son
para que no le topara las telas, cuando lo hizo se lo pasó demasiado lejos de
la bragueta y los que tienen la perspectiva más cenital, en las gradas y
andanadas, se lo echaron en cara. Estuvo hábil cruzando exageradamente la mano
de la muleta y la de la espada, dejando una estocada a la primera y un golpe de
descabello.
Asomó por chiqueros el
tercero, de Victoriano del Río, un toro mal hecho, feo, una mole de
carne de pelo negro apodado Manisero (nº63, 580 kg, 09/18; aplausos en
el arrastre). Un toro corretón que se pasó la lidia haciendo hilo, en el
caballo se arrancó presto en el primer cite − puyazo en el costillar− y en el
segundo acortaron distancias, haciendo una pelea más bien discreta. Su
movilidad puso en aprietos a los banderilleros, si bien esta pujanza que ofreció
el ejemplar de Guadalix fue bien aprovechada en los primeros compases de faena
por parte de Gómez del Pilar, lo mejor el inicio genuflexo y algunos remates.
Basó su actuación en la mano derecha y exprimió todo lo que pudo al Victoriano,
que metía muy bien la cara no sin ciertas complicaciones. Al final de la faena
una tanda por derechazos haciendo el tiovivo agarrándose al lomo del toro, muy
jaleada, nos confirmó que, efectivamente, hoy había público en Las Ventas.
Después del primer pinchazo entrando a matar el de Victoriano se fue acobardado
buscando las tablas, detalle a tener en cuenta en una corrida de este signo. Sobre
esta faena concluimos que Noé no estuvo por debajo del toro, tampoco brilló al
nivel que Madrid demanda, su actuación fue agradable, correcta, y no pasó de
ahí. Eso sí, emborronada por la espada.
El de Peñajara fue
uno de esos toros que caldean el ambiente los días previos a su lidia, la
espectacularidad de su trapío propició debates y pronósticos, multiplicados por
el altavoz que otorgan las redes sociales. El suflé estaba en todo lo alto
cuando el de Peñajara saltó a la arena venteña, la bellísima capa ensabanada
botinera era coronada por dos pitones espeluznantes; su cuerpo, dada la
simiente contreras, carecía de exageraciones. La ovación para recibirlo estaba
servida. Atendía por Mexicano (nº 47, 518 kg, 11/18, algunos pitos de
veredicto) y desde los primeros lances se apreció que tenía poco interés por
acudir a los cites. Estuvo bien en la suerte de picar Antonio Peralta, Mexicano
acudió en tres encuentros con el varilarguero, tardeando en demasía, escarbando
y acortando las distancias, sin excesivo empuje en la pelea, no obstante ese
galope codicioso una vez que se arrancaba entusiasma a cualquiera. Siguió
parándose en banderillas y no fue por las mañas de la cuadrilla, pues
estuvieron de lujo intentando alargar la embestida con la capa, y Marcos Prieto
con los palitroques pareó con clasicismo a un toro que, como hemos reflejado,
tenía una cabeza pavorosa. Llegó completamente parado a la muleta, poco o nada
se podía hacer con tan escaso material. Serafín entró a matar con telonazo, la
espada cayó atravesada y asomó la punta por el costillar de Mexicano,
cuyo juego fue mucho más agitado los días previos que durante su lidia.
Pensábamos que el de Escolar
era un candidato para poner las cosas en su sitio, pero al verlo asomar la
gaita decayeron gran parte de las ilusiones. Otro toro feo, sin cara y sin
aparentar, protestado de salida. Eso sí, humillando desde el inicio, la pelea en
el caballo no dijo nada y tomó un segundo puyazo a menos. En banderillas
cortaba el viaje y los banderilleros se dedicaron al arte del rejoneo a pie. El
Escolar, de nombre Castellano (nº 58, 503 kg, 12/18; palmas de
despedida), regaló varias embestidas al paso arando con el hocico por el lado
izquierdo, la gente lo vio, pero Rubén Pinar no pudo exprimir ese pitón e
insistió por el lado derecho. El de Valdetiétar se puso áspero rápidamente y Rubén
Pinar lo pasaportó de una estocada corta y un golpe de descabello.
Para finalizar esta
concurso otro toro recibido entre rumores de protesta, Sombrero (nº 25,
597 kg, 09/18, arrastrado en medio de una ovación), de Pedraza de Yeltes.
Esqueleto grande y agalgado como corresponde, pero una carita y una expresión
de niño chico que desmerecía el conjunto. Tocan para que salga el caballo y
aquí vino todo el meollo de la corrida. El toro cogió una primera vara, por
parte de Sangüesa, de una manera sublime, agrandándose, echándose sobre las
patas traseras para dedicarse a meter riñones que aquello era una epifanía.
Luego se fue disimuladamente a tablas buscando a los capoteros. Lo ponen para
un segundo envite, se arranca al galope y se pone a meter riñones del mismo
modo que había hecho anteriormente, definitivamente, algunos estábamos viendo a
la Virgen de la Paloma. De repente, miramos al palco y asoma el pañuelo blanco,
Noé había pedido el cambio y el presidente, el inefable presidente y sus
magníficos asesores, lo habían concedido inmediatamente. ¡Qué era aquello, por
qué! Nadie entendía nada, quedamos en estado de shock, por fin un toro
que se crece de verdad en el castigo y, ahí estaban, poniéndole las
banderillas. Se suponía que estábamos en una corrida concurso de ganaderías. No
vimos el segundo tercio porque seguíamos en trance, las protestas arreciaban,
Gómez del Pilar, el torero lidiador que acompaña al caballo metro y medio
cuando sale al ruedo había pedido el cambio y, el presidente… ¡qué podemos
decir del presidente! Siguió la bronca cuando el torero, después de todo
aquello, brindó el toro al público. Sin más preámbulo, se puso de rodillas y
ligó una tanda de derechazos en una cuarta de terreno y, los mismos que lo
habíamos abroncado hacía unos instantes, batíamos palmas entusiasmados.
Siguieron dos tandas emocionantes, en gran medida gracias a la arrancada
poderosa del ejemplar de Pedraza de Yeltes, recordándonos a aquel tremendo Huracán
lidiado el San Isidro del año pasado. Se vino muy a menos, puede que cerrarlo
en tablas y acortar las distancias no le sentara bien. Para culminar Gómez del
Pilar dejó media estocada soltándose rápido la espada, con el obstinado e
indeseable acoso de los banderilleros tratando de derribarlo, el burel necesitó
un golpe de descabello. Gómez del Pilar saludó entre palmas y pitos, y no era
para menos. El mal sabor de boca que dejó esta lidia no se olvidará fácilmente.
El galardón para el toro más bravo de esta corrida concurso de ganaderías fue para Sombrero, ejemplar de Pedraza de Yeltes. Esperamos que regrese el próximo año y que nos dejen ver lo que los toros dan de sí en el tercio de varas.
jueves, 21 de septiembre de 2023
El culto al toro
Pero, volvamos al símbolo. Un toro
bravo simboliza el poder, la nobleza, la reciedumbre. En una palabra: la casta
(del latín, castus, íntegro). Lo contrario, lo simboliza el cabestro.
Con lo cual se comprende por qué el toro mansurrón, bastante próximo, etológicamente,
a este último, no pueda simbolizar lo ancestral.
Las consideraciones que hayan de
hacerse en torno a las características de los toros deben ir sustentadas, como
ya estamos viendo, mucho más en cuestiones de fondo, relativas al valor de lo virginal,
de lo castizo, de lo ancestral, de lo íntegro, que en otras,
también importantes, pero, en rigor, no fundamentales, como lo son las
relativas a la mayor o menor vistosidad que pueda ofrecer la lidia de un toro
en la plaza. Por desgracia, un buen número de aficionados viene haciendo
hincapié en las cuestiones meramente técnicas o alusivas a la brillantez del
espectáculo, sin plantearse siquiera la búsqueda de la razón ulterior de las
cosas.
Tal vez se trate de un síntoma del
problema general que, actualmente, padece el hombre moderno y que se podría
concretar en una sobreabundancia de opiniones que nace, en muchos casos, de una
escasez de conocimientos. La proliferación de diatribas inútiles no es, en todo
caso, algo que afecte exclusivamente al contexto del mundo taurino, sino que se
observa, también, en los restantes órdenes.
**
Sensatamente, los pueblos mediterráneos
veneraban al toro, como veneraban también a diversas fuerzas naturales,
sabiendo que el comportamiento antirreligioso o, lo que viene a ser casi lo
mismo, antiecológico se traduciría en la pérdida de las relaciones de armonía
con el medio ambiente. Sobre este particular, ya en algún otro momento he
significado que, a medida que el hombre se va alejando cada vez más de la
naturaleza, comienza a interesarse, al mismo tiempo, por su conservación, y,
concomitantemente, va incorporando a su entorno más inmediato una serie de
plantas y de animales domésticos, utilizando a éstos, en unos casos, como
mascotas; en otros, como objetos de culto y, en otros más, en fin, como simples
colaboradores en la actividad laboral, o como animales de compañía. La gama es
muy variada.
La celebración de diversos actos de
culto, mediante el sacrificio de toros especialmente elegidos, sanciona la
vieja ley natural según la cual todo aquello dotado de alguna inaccesibilidad
para el hombre constituye un arcano, induce al misterio. Por el contrario, lo
excesivamente cercano acaba por devaluarse, pierde interés. En lo que al mundo
taurino respecta, la casta del toro representa lo no manipulado artificialmente
y, por ello mismo, suscita, en el hombre, una irresistible atracción, un
sentimiento de respeto, un reconocimiento de la gravedad del misterio y que
promueve la celebración del culto a través de la lidia.
Nos encontramos, por tanto, ante otra
sugestiva explicación sobre el fenómeno de la actitud de rechazo que,
instintivamente, el público adopta ante la mansedumbre, cualidad
"evangélica", considerada, generalmente, a priori, muy encomiable
cuando se trata del hombre; pero, también, estimada como rasgo indeseable en un
animal como el toro. La mansedumbre reduce excesivamente la distancia
ontológica entre el torero y el toro, al conferir a este último ciertos rasgos
de domesticidad, con pérdida de la condición prístina que es propia de un
animal bravo. Por eso, se puede
afirmar que, en el momento en que las corridas de toros dejaran de presentar la
necesaria condición trascendente, sin las debidas dosis de bravura en el toro,
y sin las debidas dosis de arte y valor en el torero, aquéllas perderían todo
interés.
Ramón Grande del Brío, El culto al
toro, Tutor, 1999, págs. 44 - 45
jueves, 22 de junio de 2023
Plaza1 y el Centro de Asuntos Taurinos siguen desprestigiando la plaza de Las Ventas
−Una feria de San Isidro plagada de ganaderías
facilonas que las figuras suelen llevar consigo allí donde torean, las
ganaderías domequianas que, si no sirven para torear, no molestan y aburren a
los tendidos. Muchas tardes de figuras, poca variedad de encastes y
desaparición de las ganaderías de otra índole o toristas, que dinamizaban la
feria y siempre han gustado en Las Ventas. Madrid se ha sevillanizado y esa no
es su idiosincrasia, el Centro de Asuntos Taurinos nunca debería haberlo
permitido.
−La discoteca dentro de la plaza funcionando
mientras los toreros estaban haciendo faena o mientras estaban siendo atendidos
en la enfermería, luego van por ahí pidiendo respeto. Esto, para cualquier
persona que entienda la tauromaquia como es debido, constituye una profanación
del templo y más en la llamada primera plaza del mundo. Derivado del ocio
discotequero, el empresario se apunta el tanto de la abundancia de juventud en
la plaza, esto es falso, en Madrid siempre ha habido mucha juventud y mucha
variedad de gentes de toda índole y clase social, gracias a lo accesible de sus
precios y a su condición de plaza pública y monumental. Ahora, las tarifas
accesibles están dejando de existir, se ven muchos jóvenes, sí, pero la gran
mayoría son de un perfil social y económico muy concreto. De igual modo, la
discoteca conlleva un problema de seguridad grave y evidente a la hora de
desalojar el coso mientras otros quieren acceder al mismo. Nadie hará nada
hasta que no suceda algo grave, esto es España, hay que lamentar primero para imponer después medidas drásticas.
−El discotequeo y la fiesta no casa
muy bien con la seriedad y el rigor. Los aficionados que todavía exigen, los
últimos de Filipinas todavía no se han enterado que Madrid ya ha caído y
siguen luchando por su plaza, mientras tanto, una serie de periodistas, viles y
serviles, utilizan sus plataformas para azuzar al público contra aquellos, una
campaña de desprestigio del sector crítico de Las Ventas sin precedentes. Los
últimos de filipinas contra el público que ha crecido viendo las
retransmisiones televisivas donde un bajonazo es un estocadón, los que se dejan
manipular por los medios que acabamos de comentar, los que van un día a los
toros, se han dejado un pastizal y la afición no les llega como para protestar
un simulacro en varas o un toro que se cae constantemente, los que se han
pasado de vueltas con las copas y entran desinhibidos... Lo metes en una
coctelera, lo agitas y te sale el San Isidro que hemos visto. Triunfos
exagerados, donde la mentira se impone a la verdad, y de los que los
profesionales son los primeros afectados porque no les sirven para nada.
−Casi tres mil personas pueden acceder
a la plaza sin haber pagado un céntimo, no entiendo cómo se conjuga esto con la
crítica y el papel activo que el espectáculo de los toros otorga al público,
éticamente es inaceptable, ¿cómo se puede exigir nada cuando no has pasado por
taquilla? Por otro lado, el sacrificio de los que se ponen delante del toro, al
fin y al cabo, es para ganarse la vida y a costa de unos honorarios, ¿por qué
tiene que haber tres mil personas en la plaza que no paguen nada, es esto
moralmente aceptable? ¿Es congruente que algunos pasen gratis y el que está al
lado, en una grada de sol, pague treinta euros?
−La temporada abandonada a su suerte,
maltratada y denigrada por la empresa que solo tiene ojitos para la
mercadotecnia de San Isidro. Dijeron, literalmente, que iban a “reforzar el
carácter de plaza de temporada” y que iba a “primar la programación de calidad”,
y ya ven. A la temporada le han quitado siete u ocho corridas de toros y la han
llenado de novilladas en las que siguen viniendo chavales a debutar en Madrid
con caballos, esto es, festejos sin ningún atractivo y condenados por lo
general al fracaso. Por si no bastara con esto, a los festejos de temporada
también los han subido el precio, llegando a costar el doble en los tendidos
altos de sol. Muchas gracias por esto, por no haber previsto lo que iba a
suceder, señor Abellán y demás ingenieros del Centro de Asuntos Taurinos y la
Consejería de Presidencia, así es como se promociona la temporada, claro que
sí. Carteles que más que atraer repelen, ganaderías que andan medio
desahuciadas, precios de plaza privada, novilladas en vez de corridas, cambios
en el cartel a última hora porque lo que anuncian no vale y una “programación
de calidad” que brilla por su ausencia.
−El toro, desaparecido. Salvo honrosas
excepciones, todos los días ha habido dos o tres toros que no servían para
Madrid y, según la empresa, son los que más y mejor pagan. De lo que se deduce
que los están engañando como a unos primos (a los chinos ya no los engaña
nadie). El medio toro se ha instalado en Madrid. La variedad de encastes
desaparecida, abocada a un mes de septiembre en el que nos volverán a anunciar
otra novillada concurso de ganaderías, un festejo barato y sin fuste que no
está a la altura de la categoría de la plaza. Han salido a malas con una de las
casas ganaderas más humildes y honradas que hay como es Cuadri, así que gracias
a la torpeza de esta empresa a saber cuándo la volveremos a ver. De un año para
otro saben que en septiembre “el toro es el más protagonista” (sic) y,
hasta el momento, no son capaces de agradar con un ciclo ganadero y una corrida
concurso en la que se vea que hay un trabajo detrás de selección y de buscar
hierros y ganaderías que sorprendan, atrayentes o que estén en buen momento, en
definitiva, de generar expectación entre los aficionados.
−La manipulación de astas también ha
llegado a Las Ventas. En otros tiempos había quejas porque se decía que se
afilaban pitones, decían que los toros venían con los cuernos excesivamente
buidos y, por lo tanto, se sacaba punta, sin embargo ahora no hay manera de ver
un pitón que termine en punta. Aquí, además de la empresa, los equipos
presidenciales tienen gran parte de responsabilidad, con la manipulación y el
fraude tolerancia cero.
−El Batán, la mejor iniciativa que
hemos visto materializarse y no se quedó en promesas y palabras huecas, se ha
gestionado de manera verdaderamente chapucera. Un error de redacción en el
pliego, como sucedió con el sistema precios, ha propiciado el abuso y la
renuncia de muchos ganaderos. Solo unos pocos han venido al Batán para cumplir
el expediente, las ganaderías de las figuras bajo ningún concepto, claro, y
desde el Centro de Asuntos Taurinos y la empresa no se ha promocionado ni se ha
anunciado las ganaderías que estaban en los corrales del Batán o anticipado las
siguientes que iban a mostrar. Pagan mucho según dicen, pero no lo suficiente
como para que los ganaderos cumplan con el pliego y el requisito de llevar sus
toros a la Casa de Campo. Las instalaciones además están en estado ruinoso y
necesitan un lavado de cara urgente. El castizo patio de mayorales del Batán,
donde otrora se engalanaba con los azulejos de los toros más bravos ha sido
suplantado por una ventana del desolladero de Las Ventas, donde ahora han
colocado el azulejo del toro Duplicado, de Victoriano del Río.
−A todo esto hay que añadir que la plaza sigue en un estado de mantenimiento muy deficiente, por decirlo de una manera suave. Un edificio catalogado de “bien de interés cultural con categoría de monumento histórico-artístico” que no se cuida. A todos se nos llena la boca con lo público, pero, ¿sucedería esto si el mantenimiento de Las Ventas dependiera de una entidad privada? A los madrileños nos gustaría presumir de plaza en vez de avergonzarnos.
viernes, 26 de mayo de 2023
Stop manipulación de astas, la afición quiere toros íntegros
Jueves, 25 de mayo, toros de El Puerto de San Lorenzo, la Ventana del Puerto y sobrero de El Vellosino, para José María Manzanares, Emilio de Justo y Roca Rey.
VIVA EL 7 pic.twitter.com/giTtnPOSmN
— ×JØRGĒ× (@Jorge8F1) May 25, 2023
domingo, 14 de mayo de 2023
Primera semana de San Isidro, Las Ventas se sigue hundiendo
Antaño, primera plaza del orbe por el trapío del toro que se lidiaba y, principalmente, por la calidad, exigencia, criterio y el número de aficionados que la frecuentaban. Hoy, convertida en un enorme botellódromo, de público esporádico, cambiante, festivo, superficial, marioneta del sistema y de los clichés que pregonan los taurinos y sus medios pesebreros. La primera semana de San Isidro está a punto de concluir... Madrid ha caído, hay que ir a la plaza con ello asumido, evitando desazones que no llevan a ningún lado.