martes, 27 de noviembre de 2018

La maqueta del Museo Municipal


      Hace unos días aproveché el fin de semana para visitar el Museo de Historia de Madrid después de la reforma. No iba desde que era un crío y entre todas las obras de arte que guarda, sus pinturas, esculturas y objetos de valor, me llamaron mucho la atención, quizá por ser menos frecuentes, las maquetas de Madrid y, en especial, la de la Plaza de Toros de la Puerta de Alcalá, que estuvo dando festejos de toros en nuestra ciudad desde el año 1749 hasta 1874, ¡ahí es nada!


Disfruté muchísimo con esta maqueta, transmite con todo lujo de detalles el microcosmos que hay en torno a una corrida de toros y nos transporta a ella. A la época decimonónica, con el casticismo en todo su esplendor y un sinfín de personajes, costumbres y tradiciones en muchos casos perdidos. Aunque la esencia, toro y torero en buena lid, podemos decir que todavía perdura. 


Dejo unas cuantas fotos donde se aprecian los detalles antes comentados, para los que no puedan ir a verla. Los demás no dudéis en acercaros, la visita es gratuita.  

El autor es Juan de Mata Aguilera, teniente coronel retirado, y la realizó entre enero de 1843 y agosto de 1846. 

Los que deseen ver in situ cómo era esta Plaza tienen visita obligada a Aranjuez y su Plaza de Toros, fundada en 1797, pues está hecha a semejanza de la de la Puerta de Alcalá. Por desgracia los festejos que ahora se dan en Aranjuez y el nivel de exigencia del coso, dudo que cumplan las expectativas de muchos lectores de este blog. 



 La meseta de toriles con clarines y timbales. Junto a la puerta de toriles, los calabozos para los espectadores que alteraran el orden

 Puyazo con el caballo dando los pechos y el toro romaneando

 Exteriores. Tertulias, curiosos y puestos de venta de todo tipo, aguadares, naranjas, etc.




 Caballos muertos, el gran damnificado de la tauromaquia antigua. Alrededor el tendido de los sastres, es decir, los curiosos

 Los monos preparando un caballo para el arrastre. Una parte del tendido en pie, protestando efusivamente. Hay cosas que nunca cambian



 Un grupo de curiosos espera acontecimientos junto a la puerta grande, aunque por aquel momento los toreros no salían a hombros como hoy estamos acostumbrados




 El autor y la orla con los detalles de la obra

 Ficha

Portada del Museo Municipal


Un saludo a la afición.

No hay comentarios: