lunes, 22 de diciembre de 2014

Otros tiempos (II)

En el primer tercio de la lidia tienen una influencia decisiva el peto, la puya, el puyazo y el quite. No estoy contra del peto, que, si técnicamente es inaceptable, lo acepto por urbanidad de la fiesta. Estoy contra el peto desproporcionado actual, que no es el que se aprobó reglamentariamente. Acepto el peto defensivo del caballo, no el peto defensivo de la torpeza del picador. No acepto el peto-muralla, el peto-tanque, contra el que se estrella el toro, se lastima el toro, se resabia el toro y entorpece la maniobra del toreo a caballo. La cuestión de las puyas es una vieja cuestión. Hay dos intereses encontrados: el del picador y el del ganadero. ¿Cuál de los dos tiene razón? Creemos que los dos estarían asistidos de razón si el ganadero enviara toros y el picador los picara. Pero ni lo que hace este se parece en nada a la suerte de picar, ni el toro que manda el ganadero es toro. Y esto lo saben los dos, el picador y el ganadero.


Gregorio Corrochano en Teoría de las corridas de toros. La foto es de Baldomero y Aguayo, fecha desconocida, en la Plaza de la carretera de Aragón.

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